Aunque la defensoría del pueblo toca lo legal, su fuerza fundamental es moral. Su fortaleza es la verdad, no la represión sino del diálogo, el acuerdo, la mediación, como instancia inicial sólo dando paso a lo judicial después de agotar las facetas que limiten armónicamente los excesos de quienes ejercen cualquier forma de poder. Antecedentes históricos.
En su libro El defensor de los habitantes, Gerardo Trejos nos expresa "En 1713 -dice Bexelius- el Rey Calos XII, que había permanecido durante doce años fuera de Suecia (que entonces comprendía a Finlandia), ordenó la creación de un supremo representante nombrado por él, llamado Hogste Ombusmånnen, a fin de vigilar a los funcionarios del Gobierno. Sin embargo, pronto se sostuvo que el Canciller (así llamado desde 1719 Justitiekansler) no tenía suficiente independencia del Gobierno para proteger eficazmente a los ciudadanos.
La comprensión de este problema en Suecia iba a dar lugar al nacimiento del moderno Ombudsman. Al ser creado el Hogste Ombusmånnen en 1713, su misión era, con expresión más amplia, la de ejercer una vigilancia general para asegurarse el cumplimiento de las leyes y normas estatutarias, así como que los servidores públicos cumplieran debidamente sus obligaciones".
La evolución condujo a que posteriormente el Ombudsman no era designado por el rey. Esta experiencia que se extendió por los países nórdicos ya es una realidad en muchos países de Europa y Latinoamérica.
Líneas de acción
1. Hacer el presupuesto de la institución para los meses que restan para este año y el correspondiente al 2008 con la asesoría de la Subsecretaría de Planificación.
2. Elaborar el reglamento interno de la Defensoría para ser enviado al Congreso a más tardar 30 días después de la designación.
3. Elaborar con la asesoría de los organismos especializados tanto nacionales como extranjeros, la estructura básica imprescindible para iniciar los trabajos de instalación física y apertura de la Defensoría del pueblo.
4. Habilitación de la Escuela Nacional de multiplicadores de ciudadanía que en su primera etapa incluiría todo el personal de la institución.
5. Elaborar el libro de vigilancia y supervisión de la administración pública y otro sobre las instituciones privadas prestadoras de servicios públicos.
6. Establecer acuerdos con las diversas Defensorías del Pueblo a nivel internacional, para conocer sus experiencias y establecer mecanismos efectivos de cooperación.
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