RelojesWeb.com
ES LA HORA DE LOS DERECHOS HUMANOS Y DEL CIUDADANO. DERECHOS HUMANOS + DERECHOS DEL CIUDADANO

Wednesday, September 07, 2005

LA CONDICION HUMANA

Quisiera compartir con Uds un tema que no se aprende en la universidad , pero si en la vida y nos toca aprenderlo en la universidad de la vida. Es la “ condición humana

Salimos de la Universidad convencidos que con las derivadas e integrales, con los teoremas de Arrow, con las covariantes de Sharpe y Markowitz, con lo determinístico y estocástico estamos listos; que el mundo es nuestro; que todo va a ser fácil. Como decimos en el campo “ llegar y agarrar”ya “podemos apañarlo todo”… Pero estamos muy equivocados, y la vida sin avisar, con ausencia de aviso alguno y sin compasión alguna, se encarga de probarlo una… y otra vez.

Sabemos lo que es la “ la ley”, nosotros que fuimos formados en el Derecho: que es una declaración de la voluntad soberana que manifestada en la forma que la constitución prescribe, manda prohíbe o permite “ ; sabemos lo que es un contrato y lo que es una obligación, sabemos ,lo que son lo derechos constitucionales , lo penal y lo internacional en general, en fin sabemos muchas cosas.

Pero no nos enseñan que nada es tan complejo y tan difícil de entender como lo es LA CONDICION HUMANA.- ya nos advertía nuestro profesor Juan Enrique Serra H, -
Nadie nos ha dicho, que hacer un esfuerzo por entenderla es más importante para sobrevivir que todos esos modelitos sofisticados de los que tan orgulloso nos sentimos. Porque ahora hay modelo para todo.

No sabemos, por ejemplo, que un señor llamado Epicuro, hace mas de 2000 años, había entendido que todo nuestro sistema, que convirtió el dinero en un bien y no simplemente en un medio de transacción, es un lamentable error, porque el placer está en la restricción y no en el exceso. El definía el bienestar como la ausencia de dolor “solo causa placer aquello cuya ausencia causa dolor” ya lo decía muy bien y sabiamente Martelo Rodríguez

Conocer también la condición humana del Tao: “Demasiado color ciega el ojo, demasiado ruido ensordece el oído, demasiado jugar dispersa la mente” y otras menos poéticas como la que describió Hobbes en su justificación del estado de Leviatán “la condición natural del hombre es la guerra y la destrucción es originada en la competencia, la desconfianza y la gloria”. La realidad nos
muestra que todos en el fondo somos inquisidores, dueños de la verdad. No es bonito, pero es bueno saberlo, al menos es útil.

Hume más optimista decía: “Nos enseñan todo sobre las razones y nada sobre las pasiones”. Y pretenden que así salga uno a enfrentar un mundo donde las pasiones, sean éstas buenas o malas, arrasan con las razones. Entender la condición humana nos hace mas inteligentes, mas capaces de enfrentar el mundo y aún mas importante, mas tolerante, que es un concepto olvidado, pero que nosotros en la Universidad la Republica , lo escuchamos muchísimo y lo llevamos internalizado.

Quién si sabía de la condición humana era, sin lugar a dudas, John Stewart Mill, tenía terror de ese nefasto personaje llamado “todo el mundo dice”, que nos permite destruir con cobardía y asesinar a mansalva. Mientras más desconfianza tenga un hombre en su propio juicio mas creerá en la infalibilidad de “todo el mundo dice”. Le repugnaba ese estado normal de los seres humanos de pisotear, aplastar, dar codazos y pisarse unos a otros, como una forma de vida social. Sin embargo, mirando la realidad afirmaba “Es preferible que las energías del género humano se mantengan en actividad mediante el forcejeo por la riqueza y no por la guerra, hasta que unas inteligencias superiores consigan educar a los demás en cosas mejores; mientras las almas sean toscas necesitarán estímulos toscos… y habrá que dárselos. La única parte de la conducta por la que cada uno de nosotros es responsable ante la sociedad es la que se refiere a los demás…… pero…” SOBRE SI MISMO, SOBRE SU ESPIRITU, EL INDIVIDUO ES SOBERANO, ES LIBRE”.

No nos enseñan que las contradicciones no son malas, o no son tan malas , que no son sujetos de odios y polarizaciones. Hegel denominaba Dialéctica a la conciliación de opiniones encontradas y la consideraba “la gran fuerza transformadora”. Si una idea, decía Hegel, suscita una idea opuesta, es porque la realidad que la primera representa, exige la realidad contraria. Por el desconocimiento de la dialéctica es que nos tratamos como nos tratamos, nos percibimos perfectos aún en nuestros errores, consideramos que el problema está en los demás. Hoy, a mucha gente que suben a las esferas de gobierno , les falta por revisar esto.

Hay que creer en lo que le venga en gana a uno mismo. No en prejuicios. Prejuicio, es aquello que juzga a priori, aquello tan humano de repetir, para evitar el esfuerzo de pensar y de entender. Prejuicio, es aquello preestablecido, aquello a lo cual no le cabe raciocinio alguno. Los prejuicios, no transforman, y en cambio… destruyen. “Las suposiciones determinan todo”, afirmaba el emperador Marco Aurelio para ilustrar acerca del peligro de los prejuicios.

Seamos autónomos y definamos en que creer y en que no creer. Creer en la dialéctica y creer en el infinito poder de las ideas. El ya un autor político definió como una característica muy latina la “heteronomía”; ese cobarde, mediocre y cómodo placer de que los demás decidan por nosotros”. No podemos convertirnos en eso que con desprecio Cannetti llamaba “Masa”, y que también le dicen “opinión pública”.

Entonces en materia de conocimiento, aún no hemos aprendido nada. Apenas comenzamos. Un afectuoso saludo y vean sobre esto en www consultajuridica.blogspot.com. Rodrigo González Fernández, Santiago, Chile.

0 Comments:

Post a Comment

<< Home