JOSE LUIS CEA EGAÑA NOS COMENTA A JOSE JOAQUIN UGARTE
En defensa del derecho de la vida José Luis Cea Egaña La vida, sea propia, del prójimo o de cualquiera de los seres vivientes, tiene que ser siempre motivo de la mayor preocupación y defensa porque, como escribe el profesor José Joaquín Ugarte en el libro "El Derecho de la Vida. El Derecho a la Vida. Bioética y Derecho", no es siquiera imaginable un bien más valioso ni otro que sea fuente de todos los demás. Con idéntico vigor, sin embargo, debemos reconocer la paradoja, consistente en que ese don de Dios es el valor más amenazado o conculcado, comenzando por la vida del ser humano, desde el origen hasta su término. Situados en la encrucijada descrita, leer el libro del profesor Ugarte Godoy no puede sino ser aplaudido con entusiasmo, a la vez que acogido con la más vasta y profunda gratitud. Efectivamente, en una edición cuidadosa, en cuya lectura y relectura de 600 páginas no hallé errata alguna, el autor entrega la contribución más completa y actualizada que conozco en el tema dentro de la literatura jurídica iberoamericana. De lo dicho se desprende otro mérito de la obra y que es aún mayor. Me refiero a que el profesor Ugarte se ciñe a la fórmula clásica, según la cual el progreso es un regreso a los principios. Situado en esta perspectiva, expone y explica, con el rasgo de marco de referencia, la visión "iusnatural" de la Iglesia en el tema, demostrando un dominio cabal del pensamiento de Aristóteles, Cicerón, San Agustín, Santo Tomás de Aquino, Francisco Suárez y otros autores cuya enseñanza perdurable permite resolver, siempre y persuasivamente, los dilemas más difíciles. Con semejante autoridad investiga, críticamente, las obras de Grocio, Hobbes y Locke, culminando en la refutación de Kelsen y de quienes, adscritos al positivismo, no son ajenos a la paradoja ya descrita. Encomiable es también la capacidad del autor para definir, concisa y certeramente, conceptos complejos, elaborar categorías, enunciar requisitos o desestimar, uno tras otro, todos los argumentos aducidos contra la tesis expuesta en el libro. Deseo compartir con ustedes algunos ejemplos de lo dicho. Al puntualizar el objetivo de su esfuerzo, el profesor Ugarte nos dice que el Derecho de la Vida abarca el orden ético y jurídico que rige directamente ese bien y no sólo los medios que sirven para su desenvolvimiento. Identificando ética y moral, una y otra fundada en la ley natural, reconoce que tienen valor objetivo, lo cual supone admitir, con igual carácter, la validez de nuestro conocimiento. Singularizada la persona como sustancia individual de naturaleza racional, se analiza con detalle el comienzo de ella, biológica y filosóficamente, refutando las 12 objeciones más usualmente aducidas.Tras aseverar que vivir es permanecer en el ser, acertadamente se asevera que ese derecho se extiende a la integridad corporal y psíquica, como asimismo, a la conservación de la salud del cuerpo y del alma. Resueltamente, rechaza que el aborto terapéutico pueda ser lícito y que el embrión o feto sea susceptible de reputarse un agresor injusto. Merece citarse también que la vida es un bien indisponible, motivo por el cual ni el asentimiento de la víctima como tampoco de la sociedad completa, expresados en una Constitución o en la ley, pueden tener efecto alguno en la materia. La reflexión de nuestro distinguido amigo lo ha llevado a enfrentar cuestiones dificilísimas, adoptando posiciones ponderadas. Una ilustración de este rasgo es la siguiente: los argumentos favorables a la tesis de la muerte encefálica son buenos; pero parecen más convincentes los planteamientos que alegan los partidarios del cese irreversible de la función cardiorrespiratoria. Análogamente pertinentes son sus pronunciamientos acerca de la donación de órganos, la pena de muerte y los requisitos que deben ser cumplidos para que la experimentación en seres humanos sea moralmente irreprochable. Fluye así un panorama claro y coherente del Derecho de la Vida, hermosa denominación que abarca no sólo el Derecho a la Vida, sino que también la Bioética. Aludí ya al beneplácito con que recibimos la aparición, tan oportuna, del libro comentado. Era una necesidad impostergable. Este tiene que ser estudiado, expuesto en jornadas de difusión y, sobre todo, promovido porque nos entrega los elementos de análisis y juicio más sólidos y convincentes que es posible hallar en la doctrina contemporánea. Publicado en elmercurio.com La verdad es que artículos como estos no los encontramos todos los días. Sabemos quien es el profesor Cea Egaña, y nos gustaría tenerlo en los foros habituales en que se educa al ciudadano, se informa al ciudadano y se orienta a los más jovenes en lo que es la etica, los valores y las conductas . Saludos Rodrigo González Fernández, consultajuridica.blogspot.com |
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